Las enfermedades urinarias son frecuentes, progresivas y recurrentes en los gatos, y no siempre son fáciles de detectar tan pronto como aparecen: ¡los gatos pueden ser muy reservados! La sangre en la orina inicialmente puede ser invisible a simple vista, pero suele estar presente en las infecciones del tracto urinario felino. Por lo tanto, constituye un buen marcador potencial de detección temprana de estas patologías, ¡por lo que recomendamos el uso de arenas para gatos OdourLock maxCare, ¡puesto que detecta la presencia de sangre y/o glucosa en la orina tan pronto como aparece!
¿Cuáles son los signos de las enfermedades urinarias?
Las enfermedades urinarias en los gatos se caracterizan por ciertos signos clínicos que aparecen a medida que avanza una patología urinaria, incluyendo:
- sangre en la orina (invisible o, en casos más avanzados, visible a simple vista),
- dificultad para orinar,
- dolor al orinar (maullidos, posición anormal, etc.),
- se lame intensivamente en la esfera urogenital,
- orina frecuentemente,
- orina fuera de la caja de arena (periuria),
- a veces hay una obstrucción uretral (parcial o total; en este último caso, la orina ya no pasa y se trata de una urgencia potencialmente mortal),
- cambios de comportamiento (aislamiento, pérdida de apetito, agresividad, etc.).
¿Cuáles son los gatos más afectados?
Los gatos con antecedentes de enfermedades urinarias son muy frecuentemente propensos a recaer: incluso cuando se ha instaurado un tratamiento adecuado, siguen necesitando un seguimiento muy cercano. Hablemos también de los «factores de riesgo» = características que podrían aumentar el riesgo de que ciertos gatos desarrollen una patología urinaria y por lo tanto deberían monitorearse bien, tales como:
- Estrés/Ansiedad
- Sobrepeso
- Estilo de vida sedentario/en interiores
- Entorno multigatos
- Gatos machos
- Gatos que comen alimentos secos, no especializados para el tracto urinario y que no beben mucho.
- Antecedentes de enfermedades urinarias
¿Cuáles son las enfermedades urinarias más comunes?
Nos referimos en particular a las enfermedades del tracto urinario inferior (vejiga y uretra). Ordenados por frecuencia, encontramos:
- Cistitis idiopática, a veces llamada «Síndrome de Pandora»: inflamación de las vías urinarias sin presencia de un agente infeccioso;
- Urolitiasis: formación de cálculos en las vías urinarias;
- infecciones de las vías urinarias, generalmente bacterianas.
¿Cómo se tratan las enfermedades del tracto urinario?
El tratamiento comienza con un diagnóstico veterinario para identificar el tipo de enfermedad urinaria causante de los síntomas. Dependiendo de la patología diagnosticada, pueden aplicarse diferentes tratamientos y recomendaciones. Frecuentemente se encuentran los siguientes consejos:
- Aumentar la ingesta de agua del gato: fuente de agua, comida húmeda, varios tazones de agua, etc.
- Cambiar a una dieta específica para el tracto urinario.
- Crear un entorno sin estrés para el gato: acceso a zonas altas y apartadas, áreas de juego, acceso seguro a su comida y, por último, pero no por ello menos importante, la ubicación, calidad y el mantenimiento de la caja de arena.
- Ayudar a los gatos a perder el exceso de peso: cambiar a una dieta baja en calorías, añadir verduras cocidas a la ración de comida para mejorar la sensación de saciedad (por ejemplo, calabacín), fomentar la actividad, etc.
- Cuando los signos clínicos son severos, pueden prescribirse tratamientos analgésicos, antiinflamatorios y/o relajantes musculares.
En caso de origen bacteriano , pueden prescribirse antibióticos, según el caso (sin embargo, cabe mencionar que el origen bacteriano es una causa poco frecuente de problemas urinarios en gatos). En caso de patologías muy avanzadas o complicaciones, la cirugía y/o la hospitalización también son opciones, sobre todo en caso de una obstrucción urinaria. Este artículo ha sido escrito en colaboración con la Dra. Veterinaria Élodie Khenifar, quien es Maestra en Ciencias (Patología Clínica) y Directora Médica de Laboratoires Blücare. Élodie Khenifar se tituló en la École Nationale Vétérinaire de Toulouse, realizó su formación veterinaria especializada en la École Nationale Vétérinaire d’Alfort y su Maestría en Ciencias Veterinarias en la Faculté de Médecine Vétérinaire de Saint-Hyacinthe, Université de Montréal, Canadá.